La Flojera es lo Primero a Vencer para Hacer Ejercicio

Hoy en día me cuesta trabajo no despertarme temprano para hacer ejercicio, se me hace difícil saltarme un día de ir al gimnasio o salir a correr al pu to de sentirme mal sino voy. Es como un coach que ya tengo dentro de mi que me está presionando para que sí haga ejercicio y cada día sea mejor.

Haciendo memoria recuerdo que antes cuando tenía sobrepeso no tenía ganas ni de despertarme para ir a trabajar, lo hacia y nunca llegaba tarde pero recuerdo no tener nada de energía para otra cosa. Mi posición preferida era estar sentado o acostado. Estar parado era para mi un ejercicio o deporte extremo (jaja). Recuerdo que agacharme por algo o recoger algo me daba mucha flojera. Ahora que lo veo sí me doy cuenta de que al tener tanta grasa extra acumulada el corazón tiene que trabajar mucho más así que todo es más cansado, entonces pensar en hacer ejercicio está por arriba de los límites que uno tiene.

A pesar de eso y todo lo demás físico que uno puede tener yo creo que la flojera es lo primero a resolver. La flojera es ese sentir de que estás súper cansado y que no te puedes mover. La flojera es sentir el frío de la mañana y pensar que te vas a congelar así que mejor te quedas en cama. La flojera es creer que no te puedes mover porque ayer fue un día muy pesado. La flojera es algo que en verdad no existe y que viene de la mente. La flojera son creencias que siempre son mentira para evitar algo que tenemos o queremos hacer. La flojera no existe y se ve porque cuando comienzas la actividad de repente se te quita y no entiendes donde estaba.

Entonces a mi que me ha funcionado para vencer la flojera: no ponerle atención a todas las razones para no ir a hacer ejercicio y simplemente hacerlo. Normalmente en las mañanas no le pongo atención a mis pensares y solo hago las cosas. Esto me ha funcionado. La verdad es que hay razones infinitas para no hacer ejercicio así que lo mejor es solo hacerlo.

Al principio cuesta más trabajo y creo que aunque comiences con caminar a paso veloz, vas en buen camino. El comenzar es lo importante. Forzar al cuerpo a la rutina y poco a poco dejar que él nos fuerce a hacer ejercicio: vas a despertarte sin alarma, tendrás más energía, te sientes bien al hacer ejercicio, duermes mejor, etc.

En resumen: no importa tu peso, edad o condición, comienza con algo de ejercicio y poco a poco se convertirá en rutina y no le pongas atención a lo que piensas para no ir a hacer ejercicio.

Bernardo Groenewold

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